Estamos ubicado en el sector de Tiaparo, distrito de Ollantaytambo, provincia de Urubamba, departamento de Cusco (A 3 km de Piscacucho, lugar donde empieza el Camino Inca), cuenta con una extensión total de 1’145,710.3 hectareas, cuenta con una riqueza biológica que se distribuye a través de la diversa gradiente altitudinal, que comprende desde un piso de valle 2,800 msnm hasta los suelos más altos de nevados como la Verónica con 5,893 msnm.
El área está formada por varios nevados que abastecen de agua a los pobladores de varias comunidades, razón importante de uso y protección de estas aguas y mantener el equilibrio ecológico de la zona que alberga muchas variedades de aves endémicas como colibrí blanquiverde (Amazilia viridicauda), curutié de pecho crema (Cranioleuca albicapilla), canastero de pecho rojizo (Asthenes ottonis), cepillo pinzón (Atlapetes canigenis), especies de insectos, reptiles y mamíferos grandes como el gato andino (Oreailurus jacobita), puma (Puma concolor), venado andino o taruca (Hippocamelus antisensis), vizcacha (Lagidium peruanun), zorro (Lycalopex culpaeus), oso andina (Tremarctos ornatus), etc.
También alberga muchas especies de árboles como unca (Myrcianthes oreophyla), chachacomo (Escallonia resinosa), aliso (Alnus glutinosa), lloque (kageneckia lanceolata), todos estos muy importantes en la protección de suelos, nutrientes, sedimentos, etc. Caso especial representan las queuñas pertenecen al género Polylepis, que crecen entre los 3500 a 5200 msnm y se han adaptado a las duras condiciones de los andes, los pequeños pelos de las hojas capturan la humedad del medio ambiente y lo trasladan al suelo, logrando mantener un régimen hídrico casi constante, sobre su corteza se forman especiales microecosistemas formados por musgos y líquenes, su corteza de color cobriza se desprende como delgadas láminas de papel formando un manto que da calor y es hábitat de muchos insectos, estos bosques atraen a varias aves que son endémicas de los mismos.